08.06.2015 Casualidad o no, esta semana asaltaban la Red dos noticias que llamaban nuestra atención. Dos parejas eran ‘sorprendidas’ practicando sexo en la vía pública, a la vista de cualquiera. Sucedía en Roma y en Madrid.

Decir que eran sorprendidas, quizá es demasiado optimista, ya que esconderse, lo que se dice esconderse, no se escondían demasiado…


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En el caso de Roma, en la imagen inferior, las instantáneas fueron publicadas por la Web Roma da Asco, una suerte de web que resalta todos aquellos aspectos que afean la capital italiana. 

Que al parecer, como en el resto de capitales europeas… y mundiales… son bastantes, dado el deterioro que lleva demostrando la raza humana desde que se registran datos de su existencia.

Sexo en la calle Roma

La cuestión es que para “Roma de Asco”, esta imagen tomada en el popular y archiconocido Trastevere, no parece una imagen adecuada para los viandantes. A plena luz del día y con cierta alegría, la pareja no guarda recato.

De igual modo, aunque amparados por la noche, sucedía en la plaza de las Islas Filipinas de Madrid. Esta vez, grabados en video, dos jóvenes practicaban sexo sin mayor ocultamiento.


Sexo en la calle Madrid

El conductor de un vehículo, quien graba las imágenes, no pierde el sentido del humor y azuza a los jóvenes, que finalmente se dan cuenta de están siendo grabados y cejan en su empeño amatorio. Finalmente, ocultando sus rostros, le dedican una ‘peineta’ al ‘videoaficionado’, quien les advierte que subirá las imágenes a la redes sociales. Parece que cumplió su promesa…

El amor es ese sentimiento tan profundo que encuentra su idioma en la explosión de los cuerpos. Bien, todos podemos entenderlo, pero parece que se están perdiendo las formas. Se está perdiendo el encanto y lo que tiene de sorpresa. Fue en la Edad Media, en occidente, cuando los hombres y mujeres decidieron dotar a sus hogares de intimidad. La socialización condujo a que los cuerpos comenzaran a ocultarse, a que se crearan habitaciones en las casas, con tabiques, para que cada cuál tuviera sus momentos íntimos.

Hace años vi a una pareja haciendo el amor, en Madrid también, cerca de La Bolsa, en la plaza de la Independencia. Un lugar emblemático, donde dos jóvenes, no pudieron contenerse y, tumbados sobre un coche, se amaban como si no hubiera un mañana.

Quizá es que estas cosas siempre han pasado, pero no había tantos móviles (no había móviles) con cámaras de fotos, videos… Y, ahora, los smartphones se han convertido en la extensión de nuestra mirada y de nuestras manos. Para grabar y ser grabados.

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Mateo Lemos de Pilar
Escritor y periodista. En Twitter (X) @deLemosMateo. Me puedes escribir aquí: mateo@actuallynotes.com Respondo todos los mensajes. Gracias.

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