El primer casino de la Historia, aún está en pie y funcionando
La bella Venecia guarda muchos tesoros. Es, en sí misma, un tesoro…
Si bien es una ciudad desconocida en muchos sentidos y con una Historia compleja que ha contemplado -y contempla- pasar los siglos con la belleza como imagen de marca.
Pero si se indaga un poco, pocas personas sabrían ubicarla más allá de que está en Italia. Difícilmente, se podrían enumerar los datos más sobresalientes. Por ejemplo, que es la capital de la región de Véneto o que cuenta con un número de pequeñas islas que supera el centenar. Que sus calles y caminos no son solo de empedrado, si no también de canales, eso sí. Es parte del valor de su marca.
Secretos históricos de Venecia
Sin embargo, por esa Historia amplia también Venecia cuenta con innumerables secretos. Uno de ellos, también poco -o nada- conocido es que es la ciudad del Mundo donde se halla el casino más antiguo del Mundo. Es “El Casino di Venezia”, que abrió sus puertas en el lejano año de 1638 y donde a día de hoy se sigue jugando. Eso sí, alrededor de un escenario que no tiene nada que ver con los modernos casinos de la actualidad de Las Vegas, por citar el ejemplo más elocuente como la ciudad del juego por antonomasia. Se pueden encontrar los mismos juegos, pero su decoración guarda la esencia del pasado, como podemos ver en las imágenes.
Y como indica el titular, además de todo eso, también otras joyas poderosas que ven contemplar el paso del tiempo completamente impertérritas y luciendo igual o mejor que el primer día.
El viajero que llegue a Venecia, de seguro, visitará la vía pública del Gran Canal. En el tránsito llegará a Cannaregio donde deberá detenerse en el número 2040 para contemplar, como indica TripAdvisor, el catalogado como monumento número 482 de las 936 ‘cosas’ que ver en Venecia.
La Historia del “Casino di Venezia”
El casino más antiguo del mundo, el Casino di Venezia, fue inaugurado en el años 1638. Si bien, no nació como casino, si no como teatro, bajo la denominación de “Teatro San Moisés”. La particularidad de este espacio cultural es que contaba con unas habitaciones específicas para que los visitantes pudieran jugar en el entreacto o en el intermedio de cada obra representada. Se podía jugar como en https://mr.bet/uy a todo tipo de juegos: la ruleta, el black Jack, las cartas… Fue tal el éxito que obtuvo que, pronto, la idea fue copiada y, varias décadas después, la ciudad alcanzó, multiplicándola, la cifra de casinos, llegando a superar los ciento veinte cuando arribaba el año de gracia de 1744.
Estamos hablando de un palacio de estilo renacentista, que fue construido en el siglo XV, bajo las órdenes del que ya fuera reputado arquitecto italiano, de nombre Mauro Codussi, uno de los más relevantes diseñadores de las iglesias de la citada ciudad de Venecia. Y es que ese hombre, de renombre en la metrópoli, fue un reconocido coleccionista de Arte, y quien encargara el trabajo a Codussi, el noble Andrea Loredan. Un interesante personaje coleccionista de obras de Arte de la extraordinaria época que recorremos.
Este, tan antiguo casino, tuvo un nombre diferente en sus inicios. Se denominó como “Ca Vendramin Calergi”. Tras esos tiempos, se convirtió en el hogar ocupado por la realeza italiana.
Entre los visitantes de tan magnánimo lugar estuvo el gran compositor de origen alemán Richard Wagner, que desde el año 1858 hasta que falleciera en 1883, solía disfrutar de la ciudad y del casino. De hecho, también encontraremos un restaurante específico en su honor, que como no podía ser de otra forma se llama: “The Wagner”, rindiendo sentido y honorífico homenaje al excelso compositor y donde se sirve comida de tipo clásico italiano. Muy suculenta, por cierto. Y, para redondear el círculo, también gozaremos de un jardín, de carácter privado, que mira con orgullo al Gran Canal. Para rematar el homenaje a tan atractivo personaje, el Museo Wagner, que fue inaugurado en 1995, nos ofrece un recorrido alrededor de su vida y obra musical.
Más recientemente, fue la propia ciudad de Venecia, a través de sus autoridades municipales quienes dieran orden de comprar el edificio. Estamos en el año de 1946.
Aunque cueste creerlo, en el año 1959, todo el complejo fue totalmente renovado reabriéndose como “casino oficial”. Eran otros tiempos…
A partir de entonces, y hasta hoy, se sigue apostando y jugando a divertidos juegos como el famoso blackjack, la ruleta y las apasionantes partidas de póquer. Eso sí, guardando las formas tradicionales, pues todos los juegos se organizan a partir de crupieres que viste de riguroso y elegante esmoquin. Además, en sus pasillos podemos ver seis centenares de máquinas tragaperras, junto a torneos destinados a jugadores profesionales. Un ejemplo de ello es el World Poker Tour.
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