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André Malraux, “El museo imaginario”: “Al placer de la mirada, la sucesión, la aparente contradicción de las escuelas, fueron agregando la conciencia de una búsqueda apasionada, de una recreación del universo frente a la Creación. Después de todo, el museo es uno de los lugares que dan la más alta idea del hombre.”
Si te interesa el tema, mira este libro escrito por el propio Malraux:
La idea del ministro Malraux
En 1947, André Malraux, ministro francés de cultura y escritor, lanza la idea de crear un museo sin paredes, sin muros, permitiendo la posibilidad a cada persona de formar su propio museo.
El Museo Imaginario de André Malraux
Su “museo” se realiza a partir de la subjetividad de quien lo crea y sin límites de tiempo ni espacio. No hay más discurso expositivo que el que guía el gusto del que imagina las obras de su museo ideal.
Podemos crear nuestro propio museo según nuestra sensibilidad
Para explicarnos su museo imaginario, Malraux pone como ejemplo un libro de arte: cada página es una pared donde hay colgada una obra de arte, una reproducción.
Malraux propone que cada persona a modo de álbum confeccione su propio museo. Esta idea, en la actualidad, permite desarrollar de forma inimaginable entonces para Malraux el museo imaginario gracias a los grandes avances tecnológicos.
Para él, el arte es mucho más que la forma o la apariencia, detrás hay una idea, un propósito, una función, etc.
Malraux concibe la obra de arte dentro de un contexto polivalente creando una filosofía dentro de la libertad y del estímulo.
Con todo, hay que reconocer que la imagen es sólo un sustitutivo relativamente eficaz y no hay que olvidar que el horizonte último de la satisfacción del arte es el contacto directo con la obra.
André Malraux en “El museo imaginario”
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