📚 Los mejores libros recomendamos por nuestros redactores
Contenidos
- 1 Intimidad y epopeya: “Suite francesa” de Irène Némirovsky, la recomendación de Carlos González
- 2 El Príncipe Idiota. La recomendación de Daniel García García
- 3 La verdad sobre el caso Harry Quebert. La recomendación de José Alfocea
- 4 La Mujer de Negro, La Amada Inmóvil, 1914 y otros poemas, Las Amistades Peligrosas y el Último Catón, las recomendaciones de Rocío Martínez
- 5 El retrato de Dorian Gray y Pulp. La recomendación de José Carlos Bermejo
Los redactores de Actually Notes tomamos la palabra, en una iniciativa inédita, para recomendar, personalmente, – y sin que sirva de precedente 😀 – nuestros libros preferidos, nuestras novelas favoritas, esas lecturas que por una u otra razón nos cautivaron y permanecen en nuestra memoria de tal manera que nos “atrevemos” a recomendarlas
El resultado ha sido el que sigue a estas líneas. Clásicos de la historia de la literatura, novelas más o menos recientes, están entre nuestras recomendaciones.
Intimidad y epopeya: “Suite francesa” de Irène Némirovsky, la recomendación de Carlos González
Proyectada como un conjunto de cinco novelas, la obra Suite Francesa de Irène Némirovsky se sitúa en la línea iniciada por “Guerra y paz” de Lev Tolstoi. Si el literato ruso dibujó con palabras las guerras napoleónicas, esta judía de origen ucraniano hizo lo propio con la invasión de Francia por parte de las tropas alemanas en 1940.
Sin embargo, la deportación y posterior muerte de Irène Némirovsky en Auschwitz, impidió la finalización de esa magna obra, que quedó reducida a sus dos primeros libros: “Tempestad” y “Dolce”. El primero de ellos relata la huida precipitada de París de miles de personas buscando refugio en el sur del país, mientras que el segundo recoge la experiencia de la ocupación en un pequeño pueblo francés.
Irène Némirovsky sabe conjugar a la perfección la tradición literaria rusa -marcada por el sentido de la existencia humana- con el genio femenino: ese punto de sensibilidad y de cuidado de los pequeños detalles tan propio de las mujeres. A pesar de tratarse de una obra inacabada, tanto la riqueza de su contenido, como la calidad literaria de su autora, hacen de “Suite francesa” una obra recomendable para todos los amantes de la lectura y de la historia. Un conjunto de deliciosos relatos en los que Némirovsky sabe dar vida a todos y cada uno de sus personajes.
El Príncipe Idiota. La recomendación de Daniel García García
Es El príncipe idiota uno de los clásicos más geniales que se puedan leer y uno de las más desconocidos, si así se puede calificar a una obra de Dostoievsky. Pocas como esta novela se ajustan a la catarsis que postulaba Aristóteles. Para el lector, como para los personajes literarios con los que se cruza, resulta imposible soslayar la curiosidad de conocer al peculiar príncipe Mischkin: con su ingenuidad, fragilidad, idealismo y bondad natural, dotado como contrapunto de una extraña clarividencia que desarma a quien lo conoce o lo lee.
Como arquetipo moral muchos teóricos han comparado al protagonista con el Quijote, y ciertamente comparte con él un alto grado de patetismo (y de comicidad también) en todas sus peripecias entre la alta sociedad petersburguesa. También lo han calificado de santo o de “otro Cristo” porque su amor por el prójimo no parece de este mundo.
Pero lo es. Y de ahí el gran interés de la lucha de dos mujeres, contradictorias y contrapuestas, por el corazón del príncipe: Aglaya, la orgullosa hija del general Yepanchín, debatiéndose entre el amor que siente o lo que el “gran mundo” espera de ella; y la impulsiva Natasia, autodestruyéndose por la culpa. Ambas lo utilizan, lo quieren, lo aman y también lo hacen sufrir. Nunca antes y tampoco nunca después puso Dostoievsky tanto empeño en el retrato psicológico femenino como en ellas dos. Además, en El príncipe no faltan pasajes de honda belleza, el eterno problema del bien y del mal, la ambivalencia de los sentimientos, las intenciones, las emociones… literatura eterna.
La verdad sobre el caso Harry Quebert. La recomendación de José Alfocea
Dicen algunos agoreros que la industria del libro como tal está acabada fruto de una especie de mezcla entre piratería y falta de creatividad. Nada más lejos de la realidad, al menos en cuanto al segundo aspecto. Personalmente yo tengo un problema: me encanta leer, pero más del cincuenta por ciento de los libros los acabo dejando. No digo que sean buenos o malos, simplemente no logran “engancharme”, y eso es esencial en una buena novela.
NO fue este el caso de la obra escrita por el joven Joël Dicker, La verdad sobre el caso Harry Quebert, una de las mejores novelas que he leído en los últimos tiempos. Intrigante, emotiva, adictiva y, por si fuera poco, presenta exactamente el final que debía tener. Es por ello que te engancha desde las primeras de sus páginas; una novela sobre una extraña a la vez que “prohibida” historia de amor; una novela que fundamentalmente versa sobre el valor ciego de la amistad; libro que trata sobre otro libro (¿o sobre más de otro libro?) y sobre la “enfermedad del escritor”.
Personajes perfectamente retratados con sutiles pinceladas hasta hacerte ver una imagen nítida de lo que son, tanto en su proyección social como en sus más ocultos secretos. Y constantes giros argumentales que hasta el último capítulo no te permiten conocer la verdad ni quien es realmente quien. En definitiva, una novela completa recomendada a los que, como yo, pocas veces encuentran la unión perfecta con un libro.
La Mujer de Negro, La Amada Inmóvil, 1914 y otros poemas, Las Amistades Peligrosas y el Último Catón, las recomendaciones de Rocío Martínez
“La mujer de negro”, de Susan Hill: Susan Hill no es apenas conocida en España, salvo por la película protagonizada por Daniel Radcliffe (basada precisamente en esta novela) que se estrenó hace relativamente poco tiempo y que no hace justicia a esta gran obra de terror, cuyo argumento difiere en muchos puntos del que presenta este libro. Sin embargo, está considerada como una de las mejores escritoras de Reino Unido y esta obra ha alcanzado tal popularidad desde su publicación, en 1983, que incluso se realizó una obra de teatro basado en ella en 1987 que aún hoy, más de veinticinco años después de su estreno, todavía sigue en cartel.
Magistralmente ambientada, esta novela de misterio que evoca a las mejores obras de terror del siglo XIX, atrapa al lector en su tupida red de misterio y terror hasta llegar a su súbito final, que deja totalmente sin respiración. “La mujer de negro” cuenta la historia de Arthur Kipps, un joven abogado que desea prosperar para ofrecer una buena vida a su prometida, por lo que acepta el encargo de acudir a la pequeña ciudad de Crythin Gifford para ocuparse del legado de la señora Alice Drablow, que acababa de fallecer y que carecía de familia directa.
Sin embargo, nada más llegar al pueblo Arthur se da cuenta de que existe un oscuro misterio que envuelve a todos los vecinos de la aldea y cuyo epicentro parece ser la aislada mansión de la difunta señora Drablow y la imagen fantasmal de una mujer vestida de negro que preludia horribles sucesos para robar a aquellos que la ven la paz que su alma no posee…como el propio Arthur descubrirá.
“La amada inmóvil”, de Amado Nervo. Amado Nervo fue el pseudónimo del escritor y poeta mexicano Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y muestra al que es, en mi opinión, uno de los mejores poetas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, injustamente caído en el olvido en la actualidad.
De todas sus obras, la colección de poemas publicado póstumamente con el título de “La amada inmóvil”, es mi preferida.
Esta colección de poemas centrados en el amor, la desesperación y la muerte, fue la plasmación en papel de los sentimientos que embargaron al poeta tras la súbita muerte de su amada, Ana Cecilia, que le dejaron sumido en la tristeza más absoluta hasta su propia muerte, pocos años después.
Este magnífico poemario toca el corazón de cualquiera que haya soñado con un amor como los que pertenecen al mundo de la fantasía, para sentir al final cómo le ha sido arrebatado por una fuerza contra la que no podemos luchar y ante la cual, finalmente, no nos queda sino resignarnos.
“1914 y otros poemas”, de Rupert Brooke: En el centenario de la I Guerra Mundial, uno de los personajes cuyo recuerdo vuelve a la memoria de los aficionados a la literatura es la del poeta Rupert Brooke, considerado por muchos como el poeta más destacado de la Gran Guerra.
Aunque nunca entró en batalla, este cultísimo y joven poeta (falleció en 1915 a los veintisiete años) escribió sobre la cruenta guerra que acababa de estallar. En sus poemas está presente el sufrimiento, la injusticia y el dolor que traía la guerra pero en sus poemas hay casi siempre dos elementos clave que le hacen diferente a los demás: el idealismo y su capacidad para transmitir que un futuro mejor, que les liberaría de las penas del presente, estaba por llegar.
En tiempos de zozobra, leer los poemas del enormemente talentoso Rupert Brooke nos puede servir enormemente para alimentar tanto nuestras almas como nuestros corazones.
– “Las amistades peligrosas”, de Pierre Chordelos de Laclos. Esta fantástica novela, escrita en formato epistolar, fue publicada por primera vez en 1782, aunque en muchos aspectos se puede considerar como enormemente actual. Esta obra está protagonizada por el vizconde de Valmont y la marquesa de Merteuil, dos aristócratas franceses que, después de haber sido amantes, se convierten en amigos y en confidentes de sus respectivas aventuras, tanto amorosas como de venganza.
Cuando se entera de que uno de sus antiguos amantes, Bastide (que, al dejarla, se había fugado a su vez con la amante de Valmont), va a casarse con una muchachita que se había educado en un convento, Cécile, pide a Valmont que la seduzca para que ambos se venguen de Bastide y que la convierta en una experta en los caminos del amor.
Valmont al principio se niega, pues se encuentra embarcado en la seducción de Madame de Tourvel, conocida por su virtuoso comportamiento, cuya empresa espera que le reporte gran fama entre sus iguales. Sin embargo, acaba accediendo mientras continúa con la seducción de Tourvel, tras haberle prometido la marquesa que tendrían una última noche de amor como recompensa si tenía éxito en su empresa.
Traiciones, engaños, desconfianzas, duelos y seducción juegan un papel protagonista en esta novela que muestra cómo la más virtuosa de las personas puede ser algunas veces un verdadero monstruo de crueldad y cómo en otras hasta el más despreciable de los hombres puede llegar a tener corazón mientras la sociedad, que tan rápido se dedica a juzgar a la gente, finge no ver nada cuando quiere y se escandaliza cuando suceden cosas que sus componentes mismos han permitido.
– “El último catón”, Matilde Asensi: Aquellos a los que les gusten las novelas de aventuras, enigmas, secretos centenarios y, también, algo de amor, tienen en esta aclamada novela de Matilde Asensi una compañera ideal.
Cuenta las aventuras de la hermana Ottavia Salina, una paleógrafa del Archivo Secreto del Vaticano, que recibe el extraño encargo de intentar descifrar las extrañas señales aparecidas en el cadáver de un etíope, cuya muerte parece estar ligada a la desaparición que se estaba produciendo de fragmentos de la Vera Cruz.
A partir de entonces Ottavia, con la ayuda del capitán de la guardia suiza Kaspar Glauser-Röist y el profesor Farag Boswell, se embarcará en una carrera contrarreloj para averiguar quién está robando los trozo de la Vera Cruz… y por qué.
El retrato de Dorian Gray y Pulp. La recomendación de José Carlos Bermejo
Aunque fui yo quien propuso la idea a todos los redactores de Actually Notes de elegir nuestros libros preferidos, solo cuando me puse a escribir estas palabras fue cuando me di cuenta de la dificultad de la empresa: Elegir tu libro favorito. Por eso, finalmente, me inclino por citar dos títulos entre los libros que más me impresionaron. Dos títulos que he releído lo suficiente como para saber que, algún día, volveré a descolgar de la librería.
De un lado, El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, quizá en primer lugar. Es para mi una novela redonda ya que reúne todos los ingredientes para cautivar al lector más exigente. Es un drama, es un thriller, es una relato que contiene una acción inusual: Crímenes, Amor, la Tragedia en su máxima extensión; el bien y el mal, representados como nunca. Todo ello aderezado por una de las plumas más diestras de la literatura universal. El inmortal Oscar Wilde.
La otra novela que recomiendo es, en muchos sentidos, una antítesis de la anterior. Se trata de Pulp, de Charles Bukowski. En realidad no se me ocurren dos escritores más antitéticos. En este caso me quedo con esta novela crepuscular en la narrativa de Bukowski, su primera novela “no autobiográfica”, que contiene el mismo sentido del humor y la misma manera de ver el mundo, sin embargo.
Un relato divertido unas veces, amargo, otras, pero que no te permite despegarte de él. Belane, el detective más arrastrado que jamás hayas imaginado buscando a Celine porque la señora Muerte, su cliente, así se lo pide. Una idea disparatada para una novela que solo hubiera podido escribir el viejo Bukowski.
¿Qué te ha parecido?
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