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Grandes obras de la literatura erótica de la edad Contemporánea


literatura erótica para leer

La llegada de la edad contemporánea, con los cambios políticos y culturales que trajo consigo, supuso también la publicación de un nuevo tipo de literaturadonde se hablaba con una mayor libertad de temas como el amor, la pasión, el sexo y el erotismo.

La cantidad de libros que trataban temas de un alto contenido sexual aumentaron considerablemente durante estas dos centurias, aunque siguieron siendo lecturas censuradas por los poderes públicos, criticadas generalmente por la sociedad y escondidas con vergüenza por sus ávidos lectores, la inmensa mayoría de los cuales negarían siempre haber leído este tipo de publicaciones.

Sin embargo, esto no impidió que muchas novelas eróticas se convirtieran en algunos de los libros más leídos de esas centurias, alcanzando fama internacional e imperecedera, y que sirvieran de antecedente y de reflejo de la revolución sexual que solo empezaría a producirse, en los países occidentalizados, muy avanzado el siglo XX. Algunas de las obras más importantes y famosas de este género, publicadas en los siglos XIX y XX, son las siguientes:

Las flores del mal, de Charles Baudelaire

“Las flores del mal”, de Charles Baudelaire, (descarga en pdf). Publicada en 1857, esta colección de poema

Retrato fotográfico de Charles Baudelair

s, que iba a recibir originariamente el nombre de Los limbos o Las lesbianas, estaba dividida en seis partes diferentes, donde el erotismo, la sensualidad y la necesidad de disfrutar de los placeres terrenales antes de recibir la inevitable llamada de la muerte son temas fundamentales.

Considerada como la obra cumbre del simbolismo francés, su elegante ritmo y sus evocadoras imágenes la han convertido en una de las obras de corte erótico más importantes de todos los tiempos, de una forma muy distinta al explícito contenido pornográfico de las obras que hemos visto para el siglo XVIII.
Esta obra hizo que tanto Baudelaire como su editor fueran perseguidos por el gobierno de Napoleón III por indecencia pública, siendo condenado a pagar 300 francos de multa por una publicación que se consideraba como una inmoralidad manifiesta. La obra fue censurada y no se pudo publicar íntegramente en Francia hasta la tardía fecha de 1949.

Madame Bovary, de Gustav Flaubert

Madame Bovary”, de Gustav Flaubert. (descarga en pdf) Esta obra magna de la literatura universal probablemente sería considerada por los lectores actuales como un relato bastante inocente, dado que carece de una imaginería demasiado explícita.

Sin embargo, la historia de Emma Bovary, la esposa de un médico que busca escapar de su tedioso matrimonio a través de una serie de aventuras amorosas, rompía tantos tabúes dentro de la sociedad decimonónica del momento y tenía una narrativa tan sugerente para sus contemporáneos, que se convirtió de forma casi instantánea en un auténtico éxito literario.


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Madame Bovary

Pese a su éxito, la novela fue enormemente criticada por los estamentos públicos por su supuesto ataque a la moralidad pública y se llevó a Flaubert a juicio en 1857, acusándole, entre otros cargos, de que el obvio disfrute de Emma Bovary a la hora de cometer adulterio empujaría a las lectoras decentes a imitarla

Sin embargo, pese a todos los ataques, la historia de Emma Bovary sobrevivió a lo largo de los años, hasta convertirse actualmente en una de las novelas más famosas de la historia de la escritura a nivel mundial.

La Venus de las pieles, de Leopold von Sacher-Masoch

La Venus de las pieles”, de Leopold von Sacher-Masoch (descarga en pdf)  (1870): Frente al elegante simbolismo de Baudelaire y la velada sensualidad de Flaubert, el escritor austríaco Leopold von Sacher-Masoch nos presenta la otra cara de la moneda con unos relatos de fuerte contenido sexual, hasta el punto de que el término “masoquismo” deriva de su nombre.

Su obra más famosa a este respecto es la que nos ocupa, “La Venus de las pieles”, que pertenecía a una colección de relatos llamada “El legado de Caín”.


Portada de “La Venus de las pieles”, de Leopold von Sacher-Masoch

En este relato se cuenta la historia de Severin von Kusiemski, que ama apasionadamente a Wanda von Dunajew. Para cumplir sus fantasías sexuales, él dice a su amada que quiere ser su esclavo y, a medida que avanza el relato, le pide que le trate de una forma cada vez más degradante y violenta, lo que le proporciona cada vez más placer.

Wanda va adaptándose cada vez mejor a su rol dominante, tratando a Severin cada vez con más crueldad y llegando incluso a vincular a más personas a su relación para que maltraten a Severin, lo que le proporciona un placer tan grande que llega a describir sus sensaciones como producto de la suprasensualidad, un placer más allá del que el sexo normal podría llegar a proporcionar.

Von Sacher-Masoch se convirtió, con relatos como este, junto con el marqués de Sade, en un verdadero icono del erotismo vinculado a la violencia y a la sumisión de uno de los miembros de la pareja.

El amante de lady Chatterley, de D. H. Lawrence

El amante de lady Chatterley”, de D. H. Lawrence (1928): Ya a principios del siglo XX surge una de las novelas eróticas más conocidas de esta centuria. Escrita por el famoso D. H. Lawrence, este libro cuenta la historia de Lady Constance Chatterley, que está casada con un hombre inteligente y apuesto pero que se ha quedado paralizado de la cintura para abajo, lo que produce que la pareja se aleje no solo física, sino emocionalmente.

Ella entonces empieza a verse atraída por el apuesto guardabosques de su mansión familiar, Oliver Mellors, con el que comienza una tórrida aventura.

Esta relación entre una dama y una persona de una clase social inferior, que rompía con las convenciones sociales, defendía también la imposibilidad de amar tan solo con la mente, sino que la sexualidad también debía ser también una parte fundamental de la vida de cualquier persona si quería ser totalmente feliz.

Esta obra fue prohibida en Reino Unido y en Estados Unidos durante décadas y no fue publicada íntegramente en Inglaterra hasta el año 1960. Aún así, su editorial, Penguin Books, fue llevada a juicio por su publicación bajo la ley en contra de las Publicaciones Obscenas que había sido aprobada en el año 1959, aunque fue declarado no culpable y se consideró como una muestra del cambio social que se estaba produciendo respecto a la actitud general ante la sensualidad y el comportamiento sexual de las mujeres.

Trópico de Cáncer, de Henry Miller

Trópico de Cáncer”, de Henry Miller (1934): Este autor estadounidense destaca por su lucha contra el puritanismo propio de la sociedad americana y la mayoría de sus obras, con un marcado cariz autobiográfico, tienen en la sensualidad y las relaciones sexuales a dos de sus protagonistas más importantes.

Este libro, en el que se describen una gran cantidad de escenas sexuales con una gran naturalidad y de una forma enormemente explícita, narra la vida del propio Miller cuando era un joven escritor en el París de los años 20, combinando a la vez realidad y ficción, y pretende ser una reflexión en la naturaleza humana.

En este relato sus encuentros sexuales tienen una gran importancia como una parte fundamental de la naturaleza humana, describiendo escenas de prostitución, experimentación y de diversas formas de encuentros sexuales. Su alto contenido erótico provocó que fuera censurado en Estados Unidos y en Reino Unido durante más de treinta años, lo que convirtió al libro de Miller en uno de los productos estrella del mercado negro estadounidense que comerciaba con productos y publicaciones europeas prohibidas en América.

El amante, de Marguerite Duras

El amante”, de Marguerite Duras (1984): Para terminar, pese a los muchos escritores y libros que han quedado por el camino, presentamos una voz femenina, la de la grandiosa escritora y cineasta Marguerite Duras.

Su delicado, emocionante y evocador libro, “El amante”, cuenta en clave autobiográfica la historia de una joven de 15 años que atrae la atención del hijo de un magnate chino de 27 años.

Comienzan una relación amorosa llena de dudas y arrepentimientos, pero también de pasión, hasta que la presión familiar por parte del joven chino y la censura social acaban con el romance.

Considerado como uno de los mejores libros de la centuria que acabamos de dejar atrás, “El amante” no es tan solo un relato con un alto contenido erótico, sino también una obra clave y no demasiado conocida por el gran público, de la literatura mundial del siglo XX.


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