Informa el diario ‘Mirror’ que cierta comunidad científica anda algo alterada ante un descubrimiento que no tiene explicación lógica y que muchos medios de comunicación ya se han encargado de decir, con profundo amarillismo y extraño optimismo, que se trata de una evidencia extraterrestre.
Partamos de la base de que es cierto que el aluminio metálico no fue producido por el ser humano hasta hace aproximadamente unos 200 años.
Sigamos creyendo que el objeto en cuestión, que pueden ver más abajo en la imagen que se ha mostrado al mundo, de ínfima calidad, se descubrió en 1973, concretamente en Rumania como nos cuentan, pero que ahora se ha dado a conocer; y, por último, y lo más importante, aceptemos que el objeto cuente con los 250.000 años de antigüedad que se presume.
Lógicamente, de ser así, estamos ante uno de esos casos enigmáticos que no aguantan la lógica porque la superan de forma magistral.
Es imposible que hace tanto tiempo se construyera en la Tierra nada con ese material, por lo tanto, o se trata de material extraterrestre, en sentido estricto, es decir, ha llegado hasta nosotros desde más allá de nuestra Historia o tendremos que buscar otra explicación.
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Se sabe que la pieza de metal fue hallada a orillas del río Mures, cerca de la ciudad rumana de Aiud en el año 1973. Parece que en aquellas fechas ya llamó la atención, dado que fue guardada para su estudio, aunque haya sido ahora cuando han salido a la luz los detalles más curiosos y que abren tantos interrogantes.
Según las pruebas que ahora se le han realizado, el objeto está compuesto por un total de doce metales y en su mayoría es de aluminio.
Su tamaño alcanza los veinte centímetros de largo, doce y medio de ancho y siete de espesor.
Objeto de aluminio, hallado en 1973, nueva ‘evidencia’ extraterrestre
Los científicos que han estudiado el hallazgo hablan de que, probablemente, se trate de la parte de un mecanismo mayor, dadas las cavidades que presenta.
Otras opiniones menos imaginativas y quizá más realistas, como la del historiador Mihai Wittenberger, se decantan por afirmar que el objeto es la pieza de metal de un avión alemán de la Segunda Guerra Mundial.
Aunque Mihai no explica algo importante: la antiguedad del material supera ese lapso de tiempo.