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JACOB ELORDI: “Cuando me llamaron gay, empecé a ponerme maquillaje”

Jacob Elordi. entrevista

GQ-PressPhoto. Jacob Elordi.


JACOB ELORDI protagoniza una de las dos próximas portadas de la Revista de Tendencias CQ España. Trascribimos parte de la entrevista que CLAY SKIPPER mantiene con Elordi, y que puedes leer siguiendo el anterior enlace <<

GQ lanza el primer Hype Issue de su historia, un número dedicado a destacar quién y qué está en la conversación cultural global, y en el que aparecen los personajes, productos, proyectos e ideas más frescas, punteras y emocionantes de la moda, los deportes, la música, el cine, la televisión, el cuidado personal y la tecnología. En la primera de sus dos portadas Jacob Elordi habla con el periodista Clay Skipper sobre Euphoria, sobre el poder de atracción que ejercían el deporte y la actuación cuando era adolescente y sobre la gestión de su repentina fama. Esta entrevista es la primera de las dos portadas de GQ Hype que se estrenan esta semana. 

Si The Kissing Booth fue la chispa que encendió la carrera de Elordi, lo que vino después fue un incendio: un papel protagonista como Nate Jacobs -el antihéroe tóxico- en Euphoria, la serie de HBO sobre la turbulenta vida de los estudiantes de secundaria de la Generación Z.
Elordi sigue agradecido por el papel, incluso en los días más agotadores. En el plató de Euphoria, los rodajes del director Sam Levinson pueden ser largos e intensos. Pero el actor habla muy bien de su experiencia. 

GQ. JACOB ELORDI

“Para mí trabajar en ese plató es un regalo absoluto. Cuando trabajo con Sam, voy a por todas. Confío en él y me dejo la piel por él. He leído que hay gente que considera que decir algo así no da buena imagen, que nadie debería dejarse la piel por el arte. Me importa un bledo. Me lo paso bien.”

Jacob recalca que no desea menospreciar a quien lo vea de otra manera, pero señala que gran parte del éxito de Euphoria se debe precisamente a esos largos días de rodaje. 

“Para conseguir lo que la gente ve en la televisión, esas tomas de las que se habla, esos sentimientos que evocan y las conversaciones que genera, a veces es necesario hacer 30 tomas”.


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Jacob se obsesionó con actuar a los 12 años, la edad en la que Nate comienza a moldear su identidad de macho alfa, machacándose a dominadas. Jacob ya hacía sus pinitos como actor, pero también le gustaba el deporte y pertenecía al equipo de rugby del instituto. Fue entonces cuando sintió la dicotomía entre los dos mundos.


“Cuando empecé a hacer teatro en el instituto, me llamaban gay”, cuenta. “Pero tenía muchísima confianza en mí mismo porque podía hacer ambas cosas. Era bastante bueno jugando al rugby y tampoco se me daba mal el teatro. Me hacía sentir mayor y más sabio. Nunca me preocupó que mis compañeros pensaran que era menos hombre por eso. Y luego estaba lo típico, el ligoteo, en plan: ‘¡Qué más se puede querer que pasar los fines de semana con las chicas más guapas del colegio de al lado, recitando las palabras más románticas jamás escritas!”.

En una ocasión le tocó interpretar a Oberón, el Rey de las Hadas en Sueño de una noche de verano, de Shakespeare. Le ilusionaba meterse en la piel de un Oberón que transgredía los límites de género convencionales. Llevaba una cazadora de cuero y anillos en los dedos.

Cuando me llamaron gay, empecé a ponerme maquillaje”, cuenta Jacob. Me ponía brillantina morada en la cara y el pelo de punta con mechas rosas. “Me dije: ‘Si voy a ser el Rey de las Hadas, seré el Rey de las Hadas más jodidamente atractivo que hayas visto en tu vida”. La experiencia lo transformó. “Empecé a buscar ese tipo de personajes. Me gustaba la feminidad. Comencé a hablar con las manos, a convertirme en un verdadero actor dramático”.


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Jacob se dio cuenta de que subvertir las expectativas le otorgaba poder, y estaba entusiasmado.

“Disfrutaba mucho actuando”, dice. “Pasé de la cultura de la cerveza y del deporte, y pensaba: ‘Si crees que esto es gay… Soy el mismo que cuando era tu amigo, el mismo tío hetero de antes. Y voy seguir haciendo teatro igualmente y te voy a demostrar que lo que dices son chorradas. Nunca he entendido esa manía de encasillar las cosas. ¿Por qué los deportes tienen que ser algo masculino? ¿En qué medida tu sexualidad influye en tu capacidad para ser deportista o actor?”.

Desde Euphoria, el escrutinio público y la presión de los paparazzi sobre Elordi no han hecho más que aumentar. Hasta ahora, Jacob tenía libro de instrucciones, pero está llegando a un punto en el que la confianza que le ha mantenido a flote se ve amenazada por una fama creciente que no sabe muy bien cómo manejar. Su principal temor es que la percepción que los demás tienen de él empiece a confundir su propia identidad.

 “No quiero perder lo que era en mi infancia y en mi adolescencia por esta… No diría bestia, porque no es nada negativo, por esta versión pública de mí mismo. Quiero seguir en contacto con mi yo más joven porque es todo lo que soy. No quiero mirar el mundo desde fuera. Quiero estar dentro y verlo todo con mis propios ojos”.


*La entrevista completa con Elordi se puede leer en GQ.com y en GQ’s Hype issue a la venta el 23 de agosto de 2022.
Créditos: Eli Russell Linnetz/GQ. 


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