Hippie, como nombre, deriva de “hip”, “cadera”, un término aplicado a la corriente literaria conocida como “Beats“, que se pusieron muy de moda durante la década de 1950.

Hablamos de escritores como Allen Ginsberg y Jack Kerouac. Aunque se considera al Hippie, también deletreado hippy, como miembro, durante los años sesenta y setenta, de un movimiento contracultural que rechazaba las instituciones establecidas, criticaban los valores de la clase media, y se oponían a las armas nucleares, cuando comenzó la escalada nuclear entre Estados Unidos y la URSS.

Paz y Amor por encima de todo, aunque también defensores de la liberación sexual, del vegetarismo o vegetarianismo; del medio ambiente y de algunos aspectos aspectos de la filosofía oriental. Y, también, del uso de drogas psicodélicas que creían expandían la conciencia.

El símbolo de la paz, símbolo hippie

El símbolo de la paz, símbolo hippie. Foto pixabay

De Hippies a Yippies

Aunque el punto de inflexión como movimiento surgió con la oposición a la participación de los Estados Unidos en la Guerra de Vietnam (1955–1975), muchos hippies a menudo no expresaban sus ideas ni se involucraban en los asuntos políticos, a diferencia de sus homólogos “Yippies”, pertenecientes al Partido Internacional de la Juventud.

Se puede decir que el movimiento hippie se originó en los campus universitarios estadounidenses, y que se extendió rápidamente a otros países sobre todo de habla anglófona.

Los hippies se sentían alienados con la sociedad de clase media, a la que consideraban dominada por el materialismo y la represión, por lo que desarrollaron su propio estilo de vida distintivo.

Así, hasta en la vestimenta, prefirieron ir contracorriente a la moda y se dejaban el cabello largo vistiendo de manera informal, a menudo con colores “psicodélicos.


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También se puso de moda la barba entre los hombres. Los vestidos largos y sueltos eran populares entre las mujeres. Los hippies vivían en comunas o viviendas cooperativas y practicaban la medicina holística.

El llamado The Whole Earth Catalog, que apareció por primera vez en el año 1968, se convirtió en una fuente  de inspiración para su vida cotidiana. Los hippies solían ser personas que daban de lado a la sociedad, renunciando a sus trabajos, aunque algunos desarrollaron pequeñas empresas o negocios que atendían a otros hippies.

“Haz el amor, no la guerra”

Los hippies abogaban por la no violencia y el amor, una frase popular que todos conocemos singulariza esta cuestión: “Haz el amor, y no la guerra”. Promovían la apertura y la tolerancia como alternativas a las restricciones y la reglamentación que veían en la sociedad de clase media.

Los hippies a menudo practicaban relaciones sexuales abiertas y vivían en varios tipos de grupos familiares, alejados del concepto familiar tradicional.


Por lo general, buscaron orientación espiritual de fuentes alejadas de la tradición judeocristiana, en particular del budismo y otras religiones orientales. También la astrología era popular, y el período de auge a menudo era referido como la Era de Acuario. Los hippies promovieron el uso recreativo de las drogas alucinógenas, particularmente la marihuana y el LSD.

La música y el cine hippie

Tanto la música folk como la rock formaron parte integral de la cultura hippie. Cantantes como Bob Dylan y Joan Baez y grupos como los Beatles, Grateful Dead, Jefferson Airplane y Rolling Stones se encontraban entre los más identificados con el movimiento.

De hecho, hasta se llegó a producir el musical Hair, reflejando el estilo de vida hippie que se estrenó en Broadway en 1968, y la película Easy Rider, que reflejaba los valores y la estética hippie, llegó a las pantallas de los cines en 1969. El novelista Ken Kesey fue uno de los portavoces literarios más conocidos del movimiento, y se hizo igualmente famoso por los recorridos en autobús que realizó con un grupo llamado Merry Pranksters.

El número de apertura de la película de Milos Forman de la obra de Broadway, “Hair”.

Woodstock,  1969

Fueron habituales, entre el movimiento hippie, las reuniones y concentraciones públicas, sobre todo alrededor de festivales de música, a veces, las más, de protesta.

El primer “be-in“, llamado el “Encuentro de las Tribus“, se celebró en San Francisco, en 1967.

Y el más célebre fue el festival de música, que se extendió durante tres días: Woodstock, se vivió en Nueva York, en 1969, y atrajo a aproximadamente medio millón de personas.

Woodstock, el concierto completo

Woodstock, 1969

Woodstock

Pues bien, estos fueron los orígenes y la forma de entender la vida de los hippies del siglo pasado. Realmente, después han venido otros movimientos de contracultura, de protesta, como los ‘auténticos’ okupas o el inmediato movimiento surgido alrededor del Mayo del 68, pero bien entendido, formalmente: el hipismo ya no existe. ¿No creen? Sí, ahora hay veganos, hay mucha gente partidaria de la conservación del medio ambiente, de la Paz en mayúsculas…

Quizá cabe reflexionar sobre su influencia en estos momentos, donde se imponen modelos de familia que no son los tradicionales, como querían ellos y ellas, la preservación del Planeta, ahora un movimiento que entre los jóvenes es pujante, como comentaba antes, o ese vegetarianismo -radical muchas veces-. Podríamos decir que sin ser el leit motiv por el que se rige el común de los mortales, y mucho menos decorado con el flower power del que hicieron bandera, la influencia de los hippies está presente.


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Curiosidades sobre la cultura hippie y su simbología


Who were the hippies? Do they still exist? (inglés)

 

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José Carlos Bermejo
José Carlos Bermejo. Madrid, noviembre 1971. Escritor. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, ha colaborado en diferentes medios de comunicación, tradicionales y digitales y trabajado como técnico y responsable de comunicación para más de un ayuntamiento español. Es autor de las novelas WILDE ENCADENADO (prólogo Luis Antonio de Villena), y del thriller Li es un INFINITO de secretos. También de los libros de relatos Retazos de un mundo IMperfecto y Retazos de un mundo INcoherente, ambos traducidos al inglés, al portugués y al italiano. + info: www.josecarlosbermejo.com redaccion@actuallynotes.com

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